¿Están mal las ruedas de color que nos enseñan cuando aprendemos nociones de pintura?

Me refiero a ruedas de colores primarios y complementario, como esta:

En nuestras nociones de pintura nos enseñan que los colores primarios son el rojo, azul y amarillo y los secundarios el naranja, el violeta y el verde.

Pero resulta que luego tratas de mezclar tus pinturas usando azul y amarillo y no te sale un verde como debiera, azul y rojo no te dan un violeta saturado sino una cosa apagadita que nos sabes ni qué es.

Nunca lo había entendido bien, hasta que ahora me doy cuenta de que no está bien esa rueda de color tal y como se enseña.

Los colores aditivos primarios con el rojo, el verde y el azul (como sabemos por nuestras cámaras).

Los complementarios de esos serían los colores sustractivos, que serán los primarios cuando usas pigmentos.

Son los que usan las impresoras: el amarillo, el cyan (no azul, un azul más clarito, creo que se llamaría aguamarina) y el magenta (que creo que en castellano sería más bien lo que conocemos como violeta).

El rojo y verde como suma de color te da amarillo, el azul y rojo, violeta (o púrpura), y el azul y verde el cyan (o ¿aguamarina?).

Usando colores sustractivos para pintar deberíamos usar amarillo, aguamarina y violeta y no el azul y el rojo como nos enseñaban.
No me extraña que no consiguiera buenos colores haciendo mezclas y que tuviera que tener no sé cuántos lápices de colores.

Amarillo con aguamarina me daría entonces un verde más potente no el tono apagado que me da cuando uso amarillo con el azul como te enseñan.

¿Es así?

Por que las impresoras usan cyan, magenta y amarillo, como colores sustractivos no amarillo, rojo y azul.

Entonces ¿por qué se sigue enseñando mal la rueda de color en las clases de pintura?

A finales de la década de los sesenta, cuando pasé por una Escuela de Artes, no recuerdo que se nombrara apenas la rueda de colores complementarios; tal vez de una forma más o menos anecdótica. Más tarde cursé Psicología y profundicé algo en psicofísica y percepción visual. Así aprendí que el ojo no sabe nada de colores complementarios y que los tres distintos tipos de conos en la retina tienen unas curvas de absorción que en absoluto responden a los clásicos “rojo, azul y verde”, sino relativamente a ondas de frecuencia corta, media y larga, apareciendo las de onda media y larga con máximos en un verde amarillento y un amarillo; además presentan un elevado grado de solapamiento.
Las famosas triadas que se utilizan en los monitores, diodos verdes, azules y rojos, sirven para delimitar un triángulo en el diagrama CIE, dentro del cual se reflejan todos los colores visibles, dejando fuera al resto. Por eso en los antiguos televisores se observaba muchísima desaturación respecto de la escena captada, ya que muchos colores (los más intensos) quedaban fuera del citado triángulo. Los círculos de colores están claramente obsoletos y, en todo caso, se podría recurrir a los diagramas de Hurvich

diagCromaHurvich.pdf (393,3 KB)

En todo caso, es el cerebro quien ve y no los ojos, cuya estimulación es interpretada por el cerebro. Así, todas las convenciones que experimentamos respecto del color son, fundamentalmente condicionadas por aspectos culturales. Los colores complementarios tienen algún sentido psicofísico, pero de muy escasa o nula aplicación práctica en cuanto a vivencias del espectador.

Trabajando con la síntesis sustractiva de los colores, al cyan, amarillo y magenta, la imprenta tiene que añadir el negro, porque mezclándolos solo se obtiene un marrón grisáceo no muy oscuro. Cyan más amarillo da verde, pero un verde pachucho, aunque no tanto como el violáceo que sale de unir magenta y cyan. El naranja que parte del amarillo más magenta es también muy pobre: para representar en una imprenta un naranja vivo es preciso recurrir a una tinta suplementaria. Igual que para cualqueir otro tono medianamente vivo.
En los monitores (síntesis aditiva) se ha avanzado mucho, pero se mantiene cierta dependencia de métodos especiales para representar tonos muy saturados. Y nunca se llega a abarcar la totalidad (espacios como ProPhoto se aproximan bastante).

El tema de los espacios de color y demás es algo relacionado pero a parte.

Efectivamente nuestros ojos (los sensores) no captal luces puras, sino que tienen un espectro de absorción en torno a una longitud de onda.
Unos en la zona de los verdes, otras en la zona de los rojos y otros en los azules (a parte de luego tener otros que sólo captan luminosidad).

De ahí que se escogieran rojo verde y azul como los colores de los cañosnes de los tubos de rayos catódicos en color.
Tampoco son frecuencias o colores puros, cada uno tiene un espectro de emisión (diferente en cada televisor).

Lo de los colores aditivos y tal es una simplificación grande de todo eso, basándose en componer los colores con tres colores “más o menos puros” centrados en las frecuencias donde cada uno de nuestros receptores es más sensible.

Eso serían los colores aditivos que serían los definidos como rojo, verde y azul.

Los pigmentos funcionan al revés: abosorben unas frecuencias y reflejan otras.
El color que vemos es el que reflejan.

De ahí que sus colores prncipales sean los complementarios de los aditivos.

Si sumo dos pigmentos me absorbe las frecuencias que ambos absorben y sólo refleja las que ambos reflejan.

Ya sé que todo ello es una aproximación burda.

Pero el complementario del rojo es el naranja, el del amarillo sería el azul (el amarillo no tiene nada de azul, sólo de rojo y de verde) no el púrpura o magenta que sería otro de los principales de los colores principales de los suplementarios.

Ya digo, las impresoras no usan pigmentos amarillo, rojo y verde como nos enseñaban al mezclar los colores, sino amarillo, agamarina (azul clarito) y magenta (violeta o púrpura creo que se llama también).
Luego tienen el cartucho negro debido a precisamente que los pigmentos no absorben colores puros, sino un espectro y si mezclas los tres no te queda un negro o gris si no un marrón sucio.

Los pigmentos son más deficientes en cuanto a sus espectros de absorción que los monitores donde sí se pueden conseguir un blanco bastante puro mezclando los tres colores.
Como bien dices hay colores que los pigmentos no reproducen bien por mezcla, de ahí que las impresoras fotográficas añadan pigmentos y colores adicionales.como el naranja.

¿Entonces porqué sesguir enseñando a los niños o principiantes a usar lápices de colores rojo, verde y amarillo para componer colores?

El complementario de un color aditivo tomado como principal, debería de ser uno de los sustractivos y no puedes meter colores que son principales aditivos como si fueran los principales de los sustractivos.

Azul y amarillo serían complementarios, no amarillo y púrpura, rojo y cyan (no el verde o verde amarillento) y verde y magenta.

¡Juro que lo he leído todo!

Al final… no he entendido nada.

:smiley: ¡Arriba el B/N! :smiley:

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Dónde quería llegar es que no tiene ningún sentido hablar de complementarios, ni aún menos reducirlos a solo tres colores específicos: rojo, verde y azul. Teóricamente hay infinitas triadas de complementarios: tan solo basta conque ninguno de los tres pueda obtenerse mediante mezcla de los otros dos. Y para quela mezcla funcione el triángulo formado por los tres ha de ser lo mas amplio posible, lo cual se consigue cuando son ortogonales. Que se trate de esos tres colores específicos es una convención… vamos, que no tiene ninguna aplicación práctica y. siendo así, no deberían enseñarse. Pero, que yo recuerde, a mí no me los comentaron sino muy de pasada y como un ejercicio poco relevante.

En eso estás equivocado

Precisamente porque nuestra visión funciona como funciona y capta esos tres colores o mejor dicho un determinado espectro de frecuencias filtrado por la respuesta de nuestro sistema de visión, solo podrás obtener colores que se nos parezcan e identifiquemos generando el color a partir de tres componente de color suficientemente parecidos a los captados por nuestra visión.

La mezcla de una luz de frecuencias diferentes completamente a esas no excitara nuestra visión de forma parecida.

Solo la mezcla en las proporciones adecuadas de las luces con frecuencias en donde mejor responde cada uno de nuestros sensores podra generar una respuesta similar.

Claro que hay color complementario, su supones una luz blanca como aquella con igual emisión en todas las frecuencias, le restas el espectro de emisión de una determinada fuente lumínica y ya tienes el espectro complementario.
La respuesta de nuestra visión a ese espectro correspondería al color complementario.
En eso se basan las impresoras para tratar de reproducir un color a partir de pigmentos que absorben determinadas frecuencias y reflejan otras.

El usar esos tres colores no es ninguna convención, es como funciona nuestro sistema de visión, con una respuesta de cada uno de los conos diferente, unos más sensibles a las frecuencias del rojo, otros a las del azul y otras a las del amarillo.

La luz no tiene color, el color es algo psicológico en función de como responden nuestra vista a ese estímulo.

Hay muchos espectros diferentes de emisión que pueden provocar una única respuesta o respuestas muy similares.

Gracias a eso podemos emular los colores en las cámaras captando solo esas tres componentes con filtros que sin tener un espectro de absorción idéntico a nuestros conos si se parecen lo suficiente.

Y luego reproducir eso en nuestros monitores que sin generar exactamente el mismo espectro original de Luz, si se le acerca lo suficiente para que la respuesta de nuestra visión sea similar.

Eso no lo podrías conseguir si utilizarás filtros de otros colores cualquiera, centrados en frecuencias muy diferentes a las que captan nuestros conos

No existen conos especializados en captar azul, rojo y verde. Sería en todo caso, azul (con poca energía), verde amarillento y amarillo. Tal como se muestra en estos gráficos, las curvas de onda media y larga se solapan muchísimo y ninguno de sus máximos se corresponde con el rojo.

percepción color

Cuando se descubrió esto, decayó la vieja teoría tricromática (Newton, Maxvell y Young, Helmholtz), sustituida o complementada por la de los procesos oponentes (Hurvich y Jamenson), de acuerdo con la cual existen dos pares opuestos, el del rojo/verde y el del azul/amarillo, a los que se añadiría un tercero, blanco/negro —te resultará familiar del sistema Lab—. Se da ya un fuerte componente de procesamiento en la retina donde, hoy por hoy, se postula una síntesis de las propuestas tricromáticas y procesos oponentes, pero en ningún caso es válido considerar que existen tres tipos de conos especializados en el azul, verde y rojo.

Y en cuanto a los complementarios, insisto: hay infinitas posibilidades. Para eso sí que sirve el círculo cromático, porque cualquier par de colores cuya unión pase por el centro son complementarios.

Eso ya los sé, Jasu, es así como funciona cualquier filtro pasabanda de cualquier señal, no hay filtros que dejen pasar una determinada frecuencia únicamente.
Cada filtro deja pasar más intensidad de unas determinadas frecuencias y absorbe más del resto, como muestran esas imágenes que muestras que son las gráficas de las que yo hablaba: espectros de absorción de dicho filtro.

Luego está el espectro de la luz incidente que proporciona la intensidad lúminica de dicha luz para cada frecuencia.
La luz que pasa a través del filtro quedará reducida en un determinado porcentaje según el espectro de absorción del filtro y la integral de eso es la cantidad de luz que recibe el cono.
Esa operación matemáticamente se llama convolución.
La convolución entre la funcióne del espectro de absorción del filtro y el espectro de la luz incidente te proporciona la cantidad de luz que recibe el cono y su respuesta nerviosa es proporcional a eso.

Una cámara funciona exactamente igual, con filtros rojo, verde y azul pero el espectro de absorción de esos filtros no son idénticos a los de los conos, pero sí parecidos.

Claro que hay conos verdes, azules y amarillos, los rojos responden mejor a unas frecuencias bajas que conocemos como rojos los verdes a las frecuencias intermedias, solo que como todo filtro no son perfectos y dejan pasar también luz de un amplio espectro de frecuencias aledañas.

Con sólo esos tres valores de intensidad captada por cada cono no podrás recomponer nunca el espectro total de la luz incidente.
Y precisamente por eso no te servira usar filtros centrados en otros valores muy diferentes a los de respuesta de los conos (otros “colores” de filtros como decías que se podrían utilizar tres cualesquiera) sólo funcionará bien con filtros suficientemente parecidos a los de nuestros conos.

Y por no ser idénticos a nuestros conos, por eso al generar el color cada canal no es sólo el valor de uno de los pixels captados de un determinado color, sino que también se compone con la señal de los otros colores para así dar un valor más parecido al de la respuesta de nuestro ojo.

Hay muchos espectros lumínicos que pueden generar la misma combinación de respuesta, los mismos tres valores. Algunos incluso muy diferentes entre sí (metamerismo).

Pero todo eso no tiene una relación directa con lo que comentaba.
Cuando lo que evalúas es la luz reflejada en un pigmento la cosa funciona a revés, y lo que te interesa es sabes qué componentes elimina para saber el color que queda.

Cuando mezclas dos pigmentos se suma la absorción de ambos (sus espectros de absorción) y por tanto tienes que restar los valores de la luz reflejada.

Un color sí tiene su complementario: restas del espectro lumínico de una luz completamente blanca (uniforme su histograma) el espectro lumínico de la luz incidente y el resultado lo filtras por los espectros de absorción de los conos y el resultado, esa terna de valores, sería su valor complementario.

Y ahí es donde decía yo que el complementario de el amarillo es el azul no el púrpura (puesto que frente a una luz centrada en los colores amarillos, tendrás respuesta de verde y rojo, pero no tendrás respuesta o muy baja del azul.
Y en ese sistema de complementarios y pigmentos sustractivos no puedes emplear el rojo y verde como primarios, si no en cyan y magenta, como en las impresoras.

Por lo que comentas eso es efectivamente un error que viene de asumir esas teorías de Hurvich y Jamenson cuando aún no se conocía bien el comportamiento de los conos.