Jeje, comer sí que lo hizo bien (nosotros también nos apuntamos alguna vez).
Sí, los bosques se me hacen muchas veces complicados porque adquiere todo un tinte verde difícil de lidiar.
Pero esta vez se filtraba una luz dorada entre las ramas que traté de mantener en la toma.
Esta es de los Oscos (Santa Eulalia).
Este año en valle del EO llovió poco (aunque los días que llovió lo hizo torrencialmente), y los verdes andaban un poco apagados.
Me sorprendió sin embargo que en los Oscos la vegetación estaba exhuberante, seguramente porque por ese valle pasan gran parte de las nubes que vienen del mar, de TApia y zonas aledañas, raro es el atardecer en que los montes no queden bañados por la niebla.
Y es que en Asturias de un valle a otro puedes pasar de la niebla y mal tiempo a un día de sol deslumbrante: es cuestión de acertar con la elección del valle para tener un buen día.
Por cierto que hablando de los verdes he de comentar que nuestros bosques se están muriendo.
La mayoría de ellos están enfermos.
En la foto queda muy bien, pero si os fijáis los árboles están cubiertos por un liquen verde.
Ese liquen se está extendiendo por todos los bosques de Asturias, cubriendo todo tipo de especies, castaños, robles, avellanos…
Poco a poco el liquen va secando el árbol que acaba muriendo y luego también el liquen, dando un aspecto grisáceo al árbol.
Como digo la mayoría de bosques están plagados de ese liquen.
La administración en Asturias es muy estricta con el tema de los bosques, no deja hacer prácticamente nada en ellos.
Los lugareños ya no talan los árboles muertos, nadie aprovecha los frutos, ni las ramas ni nada (también porque ya no lo utilizan como antaño para techar u otros menesteres). Tampoco hay industria madedera más allá de la explotación de eucaliptos o pinos para quemar o pasta de papel.
Por tanto los bosques van envejeciendo, asilvestrándose, nadie tiene interés en luchar contra liquenes u otras plagas y la administración no da a basto.