He intentado aprovechar las condiciones excepcionales de frio de este invierno visitando todas las cascadas posibles.
En el caso de la Cascada de la Cueva es una pena que las ramas del árbol se interpongan, es imposible evitarlas
Para mi es una de los saltos de agua más bonitos, tanto en sus condiciones invernales cuando esta casi congelada como en primavera que aparece rodeada del colorido otoñal.
A ver que os parece.