Hola señor Druida,
Lo primero y antes que nada, GRACIAS !!! Gracias por memorizar el dato del piso y como no, por estas fotos dedicadas 
Construir una metáfora con “un piso vendido en Barcelona” es crear un sinónimo con dos interpretaciones… Primero: generar mucho dinero con la venta (de ahí que te insinuaba humorísticamente la altísima calidad de los objetivos) y segundo: salir (como me acabas de confirmar) de la gran ciudad y emigrar (cual abuelito de Heidi) a la naturaleza, los montes, etc. pp.
Hay que ver cuantas cosas en común se pueden llegar a descubrir con unos minutos de charla. Te sorprendería escuchar que pienso igual que tú y que todavía me queda una reducida parte de familia en Barcelona. Mi distancia es de 5h 30’ y aquí donde estoy, mire hacia donde mire, me rodean los montes.
Y aquí es donde la historia, grata y sorprendentemente, da un vuelco… Obviamente no puedes saber que yo estuve 15 años viviendo en Barcelona. Si hoy en día pusiésemos un dedo sobre el mapa, estaríamos señalando directamente El Raval o como antes decían: El barrio chino
Pero de esto hace ya mas de cuarenta años…
Naturalmente que me gustan y con cariño me guardo estas fotos, agradeciéndote de nuevo este detalle, lleno de recuerdos. Ah… y como hoy se suele decir “updates” de esta gran ciudad.
En lo que refiere al trípode estamos muy por ahí ehhhh… En algún rincón de la casa, apoyado sobre alguna esquina entre el armario y la pared, descansa un Manfrotto 055 ProB, especialmente diseñado para sustituir la barra de pesas de el mejor equipado gimnasio de la ciudad 
De el mismo fabricante tengo también un monopié que de vez en cuando acarreo conmigo, aunque a veces solo me pueda servir para defenderme del ataque de algún oso en la montaña…
De nuevo gracias, y para finalizar te mando un fuerte abrazo.
Hasta pronto, señor Druida 