Cada persona vive las convocatorias electorales a su manera. Como a su manera emite un voto que forma parte de un contrato, un contrato en el que compramos un programa para cuatro años, que se compromete a mejorar nuestras vidas a cambio de un precio, precio que no es otro, que la cesión del valor mas preciado en política: nuestra soberanía.
Desde hace mucho tiempo vengo desengañado y he dejado de creer en ese tipo de contratos.
Os dejo mi visión sobre los mismos. No he escogido con intención estas fotos (lógicamente tengo de casi todos los partidos que se presentaron) y no pretenden ser nada mas que una visión personal y por ser las que me gustan con sus divergencias y sus convergencias.
Nota al margen: no tiene intención política alguna, y no pretenden herir la sensibilidad de nadie, pero si se consideran ofendosas o incorrectas… se eliminan y no pasa nada.
Me encanta tu propuesta, en especial el mensaje. El primero analizado por detrás, el segundo engañoso y con enredos y el tercero que se pone de perfil según sople el viento… La edición muy guapa… Abrazos…
Pues me encanta. Y no sólo porque el tema también me llama la atención. Sino porque me parece muy bien tratado. La homogeneidad entre las tres (pena del cielo de la última, queda muy bien ese azul tras los colores intensos de los carteles), pero con las diferencias entre las formas de los carteles crea un conjunto muy equilibrado. El punto de vista y la forma de los carteles crean el mensaje, que, por otro lado, me parece sutil, no forzado (quizás el que dirija más la lectura sea el primero, pero es porque precisamente la imagen ES el punto de vista elegido).
Gracias por tu análisis, siempre instructivo y aleccionador. Precisamente esta fue casual y además la primera “visión” que dio pie a buscar y profundizar un poco mas con el lenguaje fotográfico y que dio lugar a la selección que os muestro.
que debería desaparecer 