En muchas zonas de Asturias, los indianos que volvían de hacer las américas construyeron grandes residencias, en lo que constituyó una época de esplendor.
Actualmente la mayoría de esas casonas han sido abandonadas y poco a poco van decayendo y degenerando. La mayoría de las veces por estar en sitios un poco alejados de las zonas más habitadas actualmente y porque los herederos muchos ya ni están en Asturias y otros no tienen los medios económicos para mantenerlas.
Es una pena porque se va perdiendo ese patrimonio rural.
Esta es una de esas casonas en Grullos (municio de el Candamo, cerca de Grado).
Hoy paseando por la zona nos la encontramos, una casa majestuosa, que aún conserva su aspecto imponente, pero que ya tiene todas la ventanas y contraventanas rotas ya abiertas, por lo que en unos años estará en ruinas.
Te la dedico a ti, compañero Peru, porque nada más verla me acordé de ti, aunque poco tiene que ver con tus series de abandonos.
La cancela de entrada estaba cerrada con cadena y candado y no se me hubiera ocurrido asaltar el lugar, no soy tan osado, pero me quedé con ganas de entrar y ver qué me encontraba en su interior (además de alguna vaca pastando por los alrededores) pero mi mujer me hubiera matado.
Muchas gracias Emilio. Efectivamente la palmera identifica claramente que es una casa de indianos.
Tampoco la habría podido evitar, puesto que desde la puerta de entrada la palmera entra en el encuadre sí o sí, por tanto decidí darle protagonismo.
Aprovechando que el día no era luminoso también intenté darle una edición un tanto melancólica, pero donde la casa siguiera destacando.
Para estar abandonada, el prado de delante se conserva bastante bien, seguramente porque entran las vacas a pastar.
Yo la encuentro estupenda, tanto a nivel de composición como de procesado pocas pegas se le puede poner, me quedo un poco con las ganas de ver un encuadre un poco más abierto para no cortar ese árbol tan chulo de la derecha.
Un abrazo !!!
En grande gana mucho. El encuadre seguramente era complicado para incluir la palmera que tenía que formar parte de la historia dado que también tenías el otro árbol muy próximo y que a su vez tapaba un poco la casa.
Pero como decía al principio, al verla en grande se olvida uno de esos posibles problemas y se puede recrear la vista por una imagen con cierto “ambiente”, sin duda dado tanto por el motivo como por esa luz tan buena y tamizada por el cielo nuboso.
Un saludo.