La experiencia de los pequeños al estar junto a ellos va más allá de acariciarlos y admirar su belleza.
En el Delta del Llobregat.
La relación entre los caballos y los hombres ha sido crucial para nuestro desarrollo. Hemos extraído mucho valor de ella. No tengo tan claro cómo ha resultado para ellos.
La foto es sensible y significativa. Me gusta especialmente ese potro que observa con atención y confiadamente la interacción caballo-niña.
Para mi, muy bien!
Me parece enternecedora… Un saludo.
Me da la impresiòn de un retoque selectivo sobre la niña , que le da un aspecto algo artificial , por lo demàs la escena como dice AMaC es enternecedora . un saludo .
Me hubiera gustado ver un plano más amplio, me gustan mucho las luces.
Acabo de reencuadrar las tres cabezas de los equidos más la de la niña. Creo que mejora un montón. Si no gusta se borra.
SAludos.
Preciosa imagen llena de ternura y una magnifica composición con esa diagonal tan bien definida.
La compro tal y como está.
Un saludo, compañera.
Bonita estampa. Me gusta tal cual. No conozco ese lugar con caballos. Las dos veces que estuve en el Delta fui invitado a l’Illa de Buda. Un abrazo.
Gracias Jofial, sí que es otro buen reencuadre posible.
Ese es el Delta del Llobregat, bonito también aunque más humilde que el del Ebro, claro. Sí te acercas un día me avisas que está a nada de mí casa.
Está muy bonita Nuria! Estos gestos de los niños son siempre tan de verdad y tan bonitos, que nos contagian de su ilusión y entusiasmo, en este caso por los caballos.
La veo bien tal cual de encuadre…la valla de madera nos ayuda a recorrerla hasta el fondo y la lectura de los protagonistas en sencilla.
Ahí el potrillo atento a la pequeña niña también…y aprendiendo
Muy bonita!
Me alegro mucho de verte de nuevo por aquí Nuria.
Un besazo
Gracias bonita, he estado bastante fuera este verano entre Islandia, Guadalajara y algún otro lugar no he parado en casa.
Un sueño de fotografía… a mi me encanta… Abrazos…
Sí, la Isla de Buda es del Delta del Ebro, lo que yo te decía es que mi foto es del Delta del Llobregat.
Preciosa, muy sensible. El toque de luz en los caballos, pero también en la niña, me encanta.