Erase una vez, en los tiempos de Maricastaña, que un afotador hacía unas fotos a un bello sirenito en la puerta de la catedral de Clermont-Ferrand. Y, por esas casualidades de la vida, vuestro humilde servidor pasaba por allí.
Me gusta el momento captado, no por el " sirenito " si no por la luz y la maravilla de arquitectura que tiene ese sitio, sube mas por favor que me encanta. Un abrazo compañero Saludos
Pues siento decepcionarte Joaquín, pero esta ciudad es la que menos me ha gustado de todas las que he visitado en Francia. De modo que ya subí una de la fachada de la catedral y esta será la última que suba de la ciudad.
Seguramente tenga buena parte de culpa que, como casi todo en Francia y en España, esté de obras.
Se me olvidaba, el color negro de las piedras es debido a que son rocas volcánicas.
Pues que pena que no hubiesen estado un poco mas. Podías haber sacado buenas fotos desde mas cerca. A mi no me convence mucho el uso de piedras volcánicas, parece que ha sido pasto de las llamas.
Muy bueno el manejo de la luz/sombra, al ampliarla se ven detalles muy interesantes, la niña con la flor, la pareja que se vuelve a mirar…
La enderechaste demasiao y se quedó el encuadre cabezón por los altos.