Le pedí permiso para hacerle un retrato, y él, con un gesto serio, muy similar al que le veis en la foto y sin abrir la boca y con una gran indiferencia, me señalo el bidón de agua con monedas que tenia a sus pies. Entendí rápidamente lo que me quiso decir, y en ese momento cambie mi idea de hacerle una foto solo de su cara por esta en la que recojo su entorno y sobre todo el bidón.
Las modelos en sus sesiones también cobran, así que este hombre también tenia derecho. No fue muy caro, aunque solo hice una foto.
La composición en vertical y el encuadre, así como la nitidez es el éxito de la fotografía desde mi puesto de vista, pero la narrativa con la que la acompañas, hace que sea aún mejor en el todo.