APOLOGÍA DE LO VULGAR

Resignación.

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Veo las fotografías de paisajes de Lee Friedlander, que se ha nombrado al inicio del hilo, y a mí no me emocionan por mucho que haga un esfuerzo intelectual para comprenderlas -que lo he hecho-. Dios me libre de decir que pecan de esto o que carecen de aquello. Sería una falta de respeto por mi parte. Y sería igualmente una falta de respeto si lo dijera de un fotógrafo aficionado desconocido. Y, por el contrario, las fotos sociales del mismo Friedlander a mí me pellizcan, me hacen pensar que ese tipo sabía moverse entre la gente y captarla tal y como era. Y es el mismo fotógrafo. Por sus paisajes -sin desmerecerlos en absoluto, como ya he dicho- yo no pagaría una entrada. Por ver una exposición de fotografía social suya, no me importaría aguantar una larga cola y pagar lo que haga falta. Y es el mismo fotógrafo.
También se ha citado aquí a Robert Frank preguntando si creemos que sus trabajos son “fotones” o simples fotos. La pregunta ofende. Considerado por una buena parte de la crítica como el fotógrafo de referencia del siglo XX, la parte que se considera menos importante de su fotografía es la formal, aquella que viste la imagen para presentarla guapa ante el espectador. Su interés está en esas fotografías hechas con las tripas y el corazón tanto o más que con el ojo y la cabeza. Imposible entender a fondo a Robert Frank sin haber leído a sus colegas Kerouac, Gingsberg o Burroughs.
Diego Velázquez ha sido catalogado como el pintor de la luz y ciertamente la plasma con una maestría sobrenatural. Goya, por el contrario, mucho más tosco y quizá menos virtuoso, una vez pasados los años de aprendizaje en la Real Fábrica de Tapices, encontró mucho más adelante su propio lenguaje y surgieron las pinturas negras. Muchas sombras. luces irreales, pero, sobre todo, una fuerza desgarradora que atrapa al espectador por las solapas y ya no lo suelta.
Habrá quien prefiera a Velázquez y me parece bien. Habrá quien prefiera a Goya y también me parece bien. Al fin y a la postre, el arte es subjetivo o no lo es.
Existen múltiples maneras de mirar el mundo y sus gentes y de plasmarlos luego en una fotografía. Unas formas gustarán más al espectador y otras menos, pero todas ellas merecen el respeto aunque sólo fuera por el hecho de que su autor se ha molestado en mirar y luego, generosamente, ha compartido su mirada con el espectador.
Lo que no puedo aceptar es que se diga que -si a mí no me gustan Velázquez o Goya o cualquier pintor hoy desconocido- es porque no he llegado todavía a un nivel de conocimiento suficiente para comprender. Si hablamos de mí, pese a los muchos años que llevo con cámaras fotográficas al hombro, he de decir que, viendo mis trabajos, cualquiera puede advertir mi falta de talento. Yo el primero. Pero ello no quita para que no admita que mi nivel de conocimiento - alto o bajo pero alcanzado por medio de exposiciones vistas, de museos visitados, de múltiples lecturas, de horas y horas de conversaciones con verdaderos artistas- no se considere a la altura suficiente para manifestar mis opiniones. Que serán eso, opiniones. Y, como todas las opiniones, subjetivas. Pero de eso va el arte. Y el que manifieste que, si una expresión artística no cala, ello es debido a la falta de conocimiento del espectador creo que se equivoca y que, además, puede que esté pecando un poco de soberbio.
Pero, como he repetido hasta la saciedad, esta es sólo una opinión.
Que, además, puede estar perfectamente equivocada.

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Tú no eres fotógrafo. Eres escritor! . Bravo! No puedo estar más de acuerdo.

Salu2.
Albert .

En general coincido con lo que opinas, aunque sí querría matizar:
• Evidentemente, los “paisajes” de Friedlander, no le harán pasar a la posteridad, pero son el producto de su forma de ver la fotografía. No podían ser de otra manera o el resto de su fotografía no hubiera sido la que fue.
• Discrepo cuando dices: “Lo que no puedo aceptar es que se diga que -si a mí no me gustan Velázquez o Goya o cualquier pintor hoy desconocido- es porque no he llegado todavía a un nivel de conocimiento suficiente para comprender” o “Y el que manifieste que, si una expresión artística no cala, ello es debido a la falta de conocimiento del espectador creo que se equivoca y que, además, puede que esté pecando un poco de soberbio”. La valoración artística de una obra no puede basarse en que le guste a o no al espectador; igual que la valoración de una obra musical tampoco depende de los gustos del espectador. Con ese razonamiento, la mayoría del arte del siglo XX no hubiera pasado a la posteridad, porque hubo que “educar” al público (y al principio a los críticos también) para que aceptaran, por ejemplo, a los impresionistas y entendieran que no se puede estar siglos pintando a la manera de Velázquez o componiendo sinfonías a la manera de Haydn.
• No quiero parecer prepotente cuando digo que la mayoría de la gente, no, la inmensa mayoría de la gente, no sabe nada de pintura, ni de fotografía, ni de literatura, ni de arquitectura, ni de nada. Sólo tienes que ver cuáles son los programas de televisión con más audiencia. No se está en condiciones de valorar ciertas obras, si no te has preocupado en formarte para entender por qué son así; porque las vanguardias del siglo XX son una consecuencia lógica de la evolución de la forma en la que ve el artista la realidad. Y que detrás de una obra aparentemente fácil de ejecutar (en comparación con otras llamémoslas “clásicas”) no está que el pintor no supiera dibujar o que el fotógrafo no supiera hacer paisaje como los de Ansel Adams. Es que, precisamente, no quería hacerlos como ellos.
• También reconozco que hay ciertas “estéticas” que han llevado las formas a un extremo que resulta difícil asimilar; como por ejemplo el serialismo de Pierre Boulez, ciertas manifestaciones de arte conceptual, etc.
• Reconozco que los lenguajes artísticos se han ido agotando con el paso de los siglos y, en la actualidad, resulta extremadamente difícil “decir” algo que no haya dicho alguien antes y me refiero a las formas de decirlo.

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@franvier
De acuerdo con todo lo que expones, pero creo que has entendido mal las frases mías que has entrecomillado en la entrada anterior.
Cuando yo digo esas frases, las digo porque antes alguien ha presupuesto -y así lo ha puesto por escrito- que, si algún tipo de foto subida aquí no gusta a algunos espectadores, ello es debido a la falta de conocimientos fotográficos de esos espectadores.
Y eso a mí me parece mucho presuponer, máxime cuando estamos en un foro de fotografía donde se da por supuesto que quien más quien menos tiene cierta formación. Y es por esas afirmaciones por lo que, de alguna forma, me dan ganas de decirle, con palabras del gran Valle-Inclán, “joven, recójase el ego, que se lo va usted a pisar”.
Por ahí iban los tiros.
Y no por entender que el público en general o la mass media tienen conocimientos artísticos suficientes.

Desde luego eso es inaceptable, no solo por presumir la falta de conocimientos de un participante en un foro de fotografía, sino por asumir que todas las fotos que aquí se suben son de calidad: Hay de todo … como en la viña del Señor
Disculpa si te he malinterpretado.
SL2.

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A Lee Friedlander lo conocí también por Oscar Colorado y también a otros fotoperiodistas, y fotógrafos de calle. Creo que tienen mucho que enseñar a quienes tienen interés por esa clase de fotografía y/o desean practicarla.
Pero hay otros fotógrafos que también experimentaban con la luz como Ernst Haas y destacaban por utilizar otro lenguaje visual…
La fotografía es un lenguaje y la cámara es un instrumento. Y el lenguaje se aprende y según el grado de aprendizaje desarrollaremos un nivel de expresión. Este lenguaje es muy amplio y el libro La Sintaxis de la Imagen de Donis A. Dondis lo muestra claramente.
La fotografía también es un diálogo y la comunicación depende tanto del fotógrafo como del receptor. El receptor puede interpretar el mensaje como interesante o no, como variado o repetitivo, como novedoso o clásico, o incomprensible, preciso o confuso… Hay mensajes que requieren de cierto nivel de comprensión por parte del receptor y otros que se elaboran para que se entiendan directamente.
Yo no tengo ningún problema en declararme ignorante en algo que desconozco o que no comprendo, o que tengo un nivel x inferior de comprensión. Si no comprendo una fotografía y me interesa pues investigo y sino pues no pasa nada. Es algo natural que no nos interese o no nos llame la atención una imagen. Si soy vegetariano no tiene por que interesarme un alimento incompatible conmigo, por la misma razón no puedo criticar a quien no acepta una invitación de mi comida.

Saludos

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Lo he leído; es un libro que te ayuda a interpretar con cierto rigor el lenguaje visual. Muy interesante, aunque no se lo recomendaría a alguien que no quiere ir más allá de lo evidente.
SL2.