Fuji XT3 37 mm f/4 1/250s ISO 1600
O me he perdido, o me perdí algo cuando estuve en Saint-Michel. ¿Podrías explicar un poco de la historia de la foto? Gracias.
¡Encantado, compañero! Acabo de volver de un viaje de unos días por la Bretaña y ya alargamos hasta el Mont-Saint-Michel, que lo quería ver desde hace años… Viaje con un peque de dos años recién cumplidos. Así que no todo podía ser visitar pueblecitos, iglesias y esas cosas. ¿Y qué encontramos por la carretera volviendo de Mont-Saint-Michel, a menos de cinco minutos de éste? “Alligator Bay”, un pequeño zoo de tortugas, iguanas, serpientes y… exacto, cocodrilos, caimanes, alligators (con ese nombre…) y, entre todos ellos, un ejemplar de cocodrilo albino.
He de decir que se lo pasó casi mejor el padre (o sea, un menda) que el peque jejeje.
Supongo que no tenías otras opciones para tomarla, porque la posición desde atrás del animal no es la mejor, y la baranda esa partiéndolo en dos tampoco ayuda. Creo que su lugar es Flora y Fauna. Un saludo.
Supongo que unas piedritas no tenías cerca, para habérselas lanzado al bichejo a ver si cambiaba de posición y evitabas la barandilla de madera, que supongo era inevitable.
Abrazos.
Muchísimas gracias @Vicent y @Gustavo, por comentar y aportar.
Busqué más el juego de líneas entre la barandilla y el cocodrilo, otro más ducho que yo seguramente habría encontrado una forma de retratarlo que le hiciera más justicia. Por eso la he puesto en Otras.
¿Pero tú quieres que me echen del sitio? jajajaja Pobre animalillo…
Ya sabes el principio estoico “hacer de la necesidad, virtud…” y creo que es es el caso. Un aporte compositivo, habría sacrificado la cola y usado la barandilla como base y soporte del resto, un pequeño recorte por la derecha para centrarse algo mas en el bicho.
Saludos.
A mi me gusta esa composición ecléctica.
Salud
¡Muchas gracias, @jofial y @Olympia! Era la idea, adaptarse a la situación y buscarle una vuelta a la situación. También transmitir un poco la extrañeza que he querido mantener con el corte de la cola o el mismo título… ¿qué hace un cocodrilo a escasos kilómetros del Mont-Saint-Michel? Me recordó al final de “La cueva de los sueños olvidados”, de Herzog.