La nena, con sus pinturas de guerra, es un caramelo fotográfico.
Quizá haberte agachado un poco para ponerte a su altura y algo más de luz en la protagonista es posible que no estuviese de más.
Esa línea que atraviesa su cabeza a la altura de las orejas me crea dudas.
Y también dudo de la calidad del archivo, es posible que la reducción te haya jugado una mala pasada.
También hubiera prescindido de ese cable negro que corta sus piernas en la parte baja.
Lo dicho son solo opiniones que perfectamente pudieran estar equivocadas.
Saludos.
¡Coincido con los detalles comentados por el compañero!
Un saludo,
Realmente era como decís, un caramelo fotográfico. Las pinturas de guerra son los “cosméticos” naturales que usan las mujeres en Myanmar para protegerse del Sol.
Sí que me agaché lo máximo posible.
La foto no está editada, no quería modificar su realidad, dentro de una pequeña embarcación en su aldea, la línea de detrás es el río.
Los turistas le dieron una chocolatina, que sujeta sin saber muy bien qué hacer con ella. Lo que más me impresionó fue su cara tan seria, no sé que pensaba de nosotros.
La calidad de la imagen original es muy buena, intentaré resubirla a ver si mejora.
A mí, más que seriedad, la expresión me parece de tristeza, a pesar de las golosinas que los turistas le regalaron. Buena fotografía tal y como la presentas. Saludos.
Pienso lo mismo. Que triste está esa niña 
Yo creo que es una mirada triste y dura al la vez, impropia de una niña de su edad (al menos de los niños “felices” de nuestro entorno).
Me gustó la fuerza que tiene, por eso no he querido editarlo, para conservar su lado documental, en contraposición a los retratos de estudio, perfectos formalmente, pero que no conmueven como éste que os he presentado.