hola, feliz viernes a todo el mundo. Hoy os dejo una foto del lugar más emblemático de Osaka, comúnmente llamado como el puente Glico, tiene la pancarta de este señor a la pata coja que es el símbolo de la marca “glico” marca mundialmente famosa, si alguna vez habéis visto los palitos que en España se llaman “mikado” unos palitos de chocolate y tal, pues vienen de aquí. , he viajado mucho y en pocos sitios he visto terrazas al aire libre para tomar algo, fuera de España. Y es que el carácter de la gente de Osaka es muy parecido al nuestro. Es muy enriquecedor irte a la otra punta del mundo y darse cuenta de que pese a algunas diferencias culturales en esencia somos lo mismo, y no me voy más por los cerros de Úbeda.
La primera me parece una nocturna muy buena, pero en la segunda veo una componente verde muy acusada que yo corregiria, no se si será un filtro, saludos
Me gusta más la nocturna, pero trataría de estabilizar al menos las verticales de la parte central. A la segunda foto, en su segunda versión, tampoco le veo una edición convincente. Otra cosa es que la hayas buscado así, huyendo de lo natural. Un saludo.
Tiene usted toda la razón… El Tokina 11-16mm tiene unas distorsiones geométricas bastante acusadas que uno se acostumbra a verlas, se me había pasado totalmente por alto.
Ahora sí dan ganas de pasear por esa calle e incluso de tomarse un sake. Se nota que estos bastante tienen con los terremotos, que no han oído hablar de cambios climáticos ni de ahorros de energía.
Las ciudades japonesas tienen mogollón de contaminación lumínica… Es realmente abrumador la cantidad de luces, colores y ruidos que hay a todas horas. Yo prefiero los sitios tranquilos pero de vez en cuando es curioso de pasear por ahí…
En la segunda versión, la has dejado clavada y el ojo está cómodo… la escena me gusta y me gusta más de noche… en la diurna, me pide más por la derecha, ver completo el puente…
Que la fuerza te acompañe!
, he viajado mucho y en pocos sitios he visto terrazas al aire libre para tomar algo, fuera de España. Y es que el carácter de la gente de Osaka es muy parecido al nuestro. Es muy enriquecedor irte a la otra punta del mundo y darse cuenta de que pese a algunas diferencias culturales en esencia somos lo mismo, y no me voy más por los cerros de Úbeda.
Es realmente abrumador la cantidad de luces, colores y ruidos que hay a todas horas. Yo prefiero los sitios tranquilos pero de vez en cuando es curioso de pasear por ahí…