Estos son los típicos días en que el otoño se hace notar, de un día para otro refresca considerablemente. Afortunadamente, este hombre, con atavíos veraniegos, estaba en una de las mejores calles de Barcelona, de famosa tradición chocolatera y, creo, que por su decisión al entrar no tuvo ninguna duda que un chocolate caliente le daría confort y tiempo a que el Sol se acabara de despertar.
Destacaría el trabajo que has realizado con las luces, estando la escena perfectamente iluminada, en especial el señor que entra en la cafetería, que intuyo no se veía con tanta claridad en la imagen original.
La calle Petrixol en Barcelona… tengo fotos del lugar, parecidas a la tuya y tengo que decir que te ha quedado realmente bien, sobre todo las luces altas. Buen trabajo!